Header AD

5 cosas que puedes y 5 que no puedes hacer corriendo descalzo en montaña



Estas semanas estoy centrado en entrenar de forma exclusiva en las ásperas montañas cercanas a Castellón. En la tranquilidad de los pedregosos peñascos me vuelvo a forjar como corredor y mis pies y mi cuerpo se van endureciendo y haciendo más fuertes de forma muy clara. Esa sensación de fortalecimiento es muy satisfactoria pero a la vez las limitaciones que me impone la montaña son tan claras como imposibles de obviar. Así, la montaña constituye para mí y con mucha claridad mi última frontera en la adaptación al correr descalzo total.

Aunque me siento muy satisfecho de la evolución que estoy teniendo, sin embargo hay cuestiones que tengo que no debo dejar de prestar atención si quiero seguir adelante. Son ideas que voy aprendiendo y experimentando día a día, a veces de forma divertida, otras con el dolor del error o la falta de atención, pero siempre para seguir mejorando. En este post voy a apuntar algunas de ellas que aunque son solo una aproximación, creo que pueden ayudar a quien quiera introducirse en este fascinante mundo que es correr descalzo por la montaña. Muchas de estas ideas son complementarias porque lo que es muy fácil en unas condiciones se vuelve muy difícil si les das la vuelta. 

Cosas que sí puedes hacer corriendo por descalzo por la montaña.

1. Puedes pasar por cualquier terreno por difícil que parezca. La clave está en pasar relajado y prestando atención. De hecho por muy complicado que lo veamos nunca va a ser más agresivo que algunos asfaltos en pésimas condiciones.

2. Meterte en todos los charcos y barrizales. Además si el terreno es muy pedregoso te servirá de alivio del trabajo que hacen tus pies.

3. Puedes jugar a ir saltando entre las piedras más grandes de tal manera que tus plantas apenas se resienten y resulta muy divertido desplazarse así.

4. Puedes ir muy deprisa cuesta arriba, incluso corriendo al pisar terreno pedregoso porque tu pie no golpea al apoyar y además tienes muy buen agarre.

5. Puedes salir todos los días porque el tipo de desplazamiento que haces por la montaña resulta muy armónico para todo tu cuerpo y no generas sobrecargas de ningún tipo.




Cosas que no puedes hacer corriendo descalzo por la montaña.

1. No puedes evitar pincharte si pisas espinas por muy fuerte que tengas la piel. Por ello es mejor tener cuidado cuando hay muchos restos de vegetación porque una espina fuerte puede amargarnos un buen rato.

2. Si el terreno es muy resbaladizo y cuesta abajo no puedes evitar que tus pies pierdan agarre y te caigas. Por ello en esas condiciones o llevas unos buenos bastones, o te agarras a la vegetación si la hay o te pones el calzado de emergencia o te das media vuelta.

3. No puedes perder atención con la piedras porque te juegas reventarte los dedos pateándolas o algo peor.

4. Cuesta abajo en terreno muy abrupto y muy pedregoso vas a tener que ir mucho más despacio que subiendo porque al bajar tus pies impactan con más fuerza sobre los cantos agudos de las piedras. Con el tiempo se va mejorando pero no deja de ser más costoso.

5. No puedes evitar que cuando el terreno es muy duro y áspero, desplazarte por el mismo te cueste y te canses bastante.







5 cosas que puedes y 5 que no puedes hacer corriendo descalzo en montaña 5 cosas que puedes y 5 que no puedes hacer corriendo descalzo en montaña Reviewed by evocion on mayo 14, 2017 Rating: 5

3 comentarios

  1. Gracias Emilio por compartir tus experiencias. Sin duda es y será una fuente de información e inspiración

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias José Javier, como digo siempre compartir las experiencias hacen que estás sirvan doble.

      Eliminar
  2. Emilio, todo muy razonable. La cuestión es que unas montañas se disfrutan más que otras o se padecen menos, que, para el caso, es más o menos lo mismo. No hace falta insistir que gran parte del Pirineo ofrece muchas horas de gozo descalzo. Es una proposición muy deshonesta que ya te hice y, algún día, encontraremos el momento para vivirla. Especialmente valle de Benasque. Ahí queda. Sigamos disfrutando, mientras tanto,de múltiples maneras de ir descalzos. Un abrazo.

    ResponderEliminar

Post AD